3 de mayo, el Día de la Cruz, el del Señor del Convento, el nuestro, el de los hermanos de arriba.

Escrito el 03/05/2023
Vera Cruz Alhaurín


Amanece, porque así siempre lo hace, amanece y el nudo en la garganta se hace presente, de nuevo sones de Diana, pero esta vez anunciando que el día ha llegado, EL DÍA, con mayúsculas, el nuestro, el del Señor, el de los hermanos de arriba.

Ilusión, anhelo, devoción y un hermoso  amanecer que hacían despertar los corazones verdes a los sones de la Diana del día 3 de mayo, el Día de la Cruz.

Antes del inicio de la eucaristía los hermanos de la Vera+Cruz de Alhaurín de la Torre y de Aznalcázar tuvieron a bien realizar una ofrenda floral a nuestro Señor del Convento. Agradecimiento de corazón para ellos.

Una parroquia repleta de hermanos que con tanta fe y con tantas ganas tras la espera de tanto tiempo esperaban desde muy temprano para poder compartir la Función religiosa en honor a nuestro Señor.

Porque vuelves yo te espero

Porque vuelves yo te anhelo

Porque volver, si es a Ti mi Señor,

Es el mejor de los sueños.



Dispuestos estamos Madre de Gracia, dispuestos estamos Cristo de la Vera+Cruz… así comenzaba una misa que tenía como eje central la cita del Evangelio del día:

YO SOY ELCAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

Comenzaba por:   YO SOY EL CAMINO.

“Señor los hermanos de esta Cofradía recorren con fe y dignidad cada día, el camino que la vida les marca, pero cuando se trata de llegar hasta Ti, ese caminar viene siempre envuelto en al aroma natural del que se inunda tu pueblo en el Día de la Cruz, el aroma del verde romero”. Y como símbolo de que así es, un grupo de hermanos hacía una alfombra de romero en todo el pasillo de la parroquia mientras sonaba el canto del “Amanece” y una vez realizada, la procesión inicial recorría el camino que habíamos trazado hasta el altar.

“Como Cofradía caminamos juntos siempre hacia ti, siempre buscando tu rostro. Que seas tú, y solo tú Señor, el que marque nuestro CAMINO”.

Continuaba  en la liturgia de la palabra: YO SOY LA VERDAD. y como testimonio de que la auténtica verdad está recogida en la Palabra de Dios, un precioso y sencillo gesto de entronizar la Biblia previo a la lectura de la Palabra de Dios. El Salmo cantado por la preciosa voz de una niña del Coro Aromas de Mayo y un Aleluya magistral daba paso a la lectura del Evangelio por nuestro párroco Rvdo. padre fray Mario Fernando Mestanza Cabrejo y de la proclamación de la homilía por parte del Excmo. y Rvdo. monseñor D. Antonio Jesús Coronado Morón, vicario general y moderador de la curia diocesana y canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Málaga. Don Antonio nos regaló una homilía que con el hilo conductor de la misa, la cita bíblica “Yo soy el camino, la verdad y  la vida”, fue una auténtica catequesis y que  guardaremos con cariño en nuestro corazón por la riqueza y profundidad de su contenido.

Tras dirigir nuestra plegaria al Señor y completar la liturgia eucarística llegaba el momento de una emotiva y simbólica acción de gracias terminando con: YO SOY LA VIDA.  El Señor nos dejó su ejemplo de vida, hacer el bien es estar con el prójimo con quien más lo necesita. Así un grupo de hermanos de la cofradía que trabajan en  su día a día apoyando a quien los necesita recorría el pasillo de la parroquia con unas cruces envueltas en plantas verdes y que colocaron a los pies del altar y de nuestro Señor que es para nosotros la VIDA  con mayúsculas.

Tras este emotivo gesto, el hermano mayor tomaba la palabra : “…Gracias Señor por permitirnos caminar contigo en un nuevo Día de la Cruz y gracias por hacerlo haciéndonos llegar de nuevo hasta tu madre, nuestra madre de Gracia.

Volver a la parroquia y celebrar aquí esta solemne eucaristía, para que ella desde su camarín bendiga a nuestra Cofradía, hace que este día recobre todo su sentido. A ti Madre nuestra, agradecemos que nos acojas y que por tu intersección todas nuestras plegarias y todo nuestro agradecimiento lleguen hasta tu hijo y Señor nuestro. Llenos de tu alegría nos encomendamos a ti”. Tras estas palabras, la Pepa hacia sonar “Dios te salve María” y la parroquia entera rezaba cantando a nuestra patrona  como agradecimiento por permitirnos volver a ella tras este largo tiempo de espera. Y tras la bendición final sonaba “El Señor de Alhaurín” y el coro cantaba “Él”, las lágrimas seguían rodando por muchos rostros  llenos de fe, de verdad y de vida, que unidos continuamos nuestro camino.



Las cuatro esquinas repleta de personas esperaba para el desfile de bandas, no cabía un alfiler. La banda de la Santa Vera+Cruz, en un momento espectacular celebrando su 25 aniversario, con su inconfundible marcialidad abría el desfile de bandas seguida por la Banda de música con cornetas y tambores Nuestra Señora de la Paz con su excelente calidad musical; a continuación la Agrupación Músico Cultural de Campillos, tan del Día de la Cruz, tan nuestra; y cerrando, la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera+Cruz “la Pepa”, no podíamos pedir más.

En un ambiente excepcionalmente festivo, las bandas desfilaron por las cuatro esquinas y la calle Nueva. Al paso de la Pepa un vendaval de papelillos verdes cubría la calle, la gente vibraba, la Papa brillaba y nos enamoraba una vez más porque sus componentes son reflejo de amor al Señor del Convento.

A la vuelta todas las bandas hicieron una parada en tribuna para deleitarnos con lo mejor de sus sones musicales. Momento especialmente emotivo cuando la Pepa volvió a entrar en tribuna y en esta ocasión el vendaval fue de papelillos blancos y rojos en honor a la primera escuadra de gastadores que se disponía a despedirse de la Pepa y dar relevo a la segunda escuadra. Precioso momento, el Hermano Mayor los felicitaba por su trabajo y recogía de la mano de sus componentes un cuadro a modo de recuerdo. Pero aún hubo más, también el cabo corneta daba el relevo a su sucesor. Momentos de despedidas y de bienvenidas, o más bien de relevos porque la vocación de servicio a nuestro Señor se mantiene siempre.

Y para cerrar cuando ya casi creíamos que no podíamos disfrutar más, hizo su entrada la banda escuela, más Pepa, más vida, más amor a ti Señor del Convento.




La noche se hizo día cuando con puntualidad se abrieron las puertas del Perdón para que la cruz guía iniciase el cortejo procesional del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, de regreso a su ermita del Convento.

Blanco, el color pascual, era el color elegido por el magnífico grupo de hermanos que, con virtuosas manos, trabajaron en el exorno floral de la cruz guía y el trono del Señor.

La procesión, ese camino hacia la casa de todos los hermanos de arriba, avanzaba con la solemnidad y elegancia de la que hace gala. Todo el recorrido alfombrado de romero llenaba de fragancia el aire en esta “noche de las noches”. Las bandas ponían el hilo musical a estos momentos tan deseados, tan esperados, tan anhelados por la gran multitud de personas que llenaban el recorrido:

  • Banda de música, con cornetas y tambores, Nuestra Señora de la Paz
  • Agrupación Músico Cultural Vera+Cruz de Campillos
  • Banda de cornetas, tambores y música con Escuadra de Gastadores y Guion de la Santa Vera Cruz.
  • Agrupación Músico Cultural de la Santa Vera Cruz - “La Pepa”

También compartió con nosotros la Procesion Triunfal del Stmo. Cristo de la Vera+Cruz, el Ilmo. Sr D. Pablo Murga Gomez Capitan de Navio (Cte. Naval de Málaga) y su señora.



 

A la llegada del Señor a las Cuatro Esquinas, el cielo se abrió para darle paso al color y al olor de la primavera deshojada pétalo a pétalo para Él.

La música, el olor a romero y rosas, el lento caminar del Señor sobre los hombros de quien con tanto amor lo portaban y lo guiaban; los ¡Viva el Señor del Convento!; los aplausos; las lágrimas; las risas; las emociones a flor de piel; los recuerdos; los sueños; las oraciones…..

¡Tanto AMOR! ¡Tanta FE!

No hay pétalo que no lleve al Señor una plegaria.

La calle Piedras, tan íntima y tan acogedora, también da al cortejo procesional su propio carácter. La música se convierte en una fina mantilla que envuelve al Señor; los ecos de las notas musicales y los redobles de tambor no quieren salir de esta bonita calle y lo envuelven con amor.

Al doblar la esquina de la casa de Miguel Hurtado (q.e.p.d.), como en un despertar, se abre a los ojos la belleza de la ermita centenaria del Convento que, abierta de par en par, espera el regreso de su dueño y señor.

¡No hay marco, ni lugar más hermoso en Alhaurín el Grande! Noble y firme se levanta la ermita del Convento; ese lugar donde entramos “de la mano de nuestra madre”; lugar que “levantaron nuestros abuelos” y que en sus cien años ha guardado “tantas cosas en su corazón”

¡Ya llega! ¡Ya viene! El cielo se abre de nuevo al color. Rosas, rosas, rosas…..Suenan los acordes de la marcha “Al Señor del Convento” y cuando crees que ya no puedes guardar más emoción dentro del corazón, aún hay un lugar para seguir sintiendo amor y gratitud infinita por cada minuto vivido en esta “noche de las noches”.

La noche donde Él es el Camino; donde la Verdad se manifiesta y donde la Vida late porque es la noche del 3 de mayo, la noche del tercer día del mes de mayo y el Señor ha resucitado.

Se cierran las puertas de la ermita. El Señor está en su casa y los hermanos de arriba volvemos a las nuestras soñando con un nuevo Día de la Cruz.

 

Galería de fotos 3 de mayo