Hacedla conocer en todo el mundo, Pío IX
El día 27 de abril tuvo lugar la inauguración de la capilla callejera donde se encuentra una imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Esta capilla está ubicada en la planta baja de la casa hermandad. Con esta nueva incorporación, se engrandece el patrimonio de nuestra cofradía.
En la década de los cuarenta del siglo XX, D. Jesús Peñafiel Linde fue hermano mayor de nuestra corporación, uno de los artífices, junto a otros hermanos, de la adquisición de la talla del Señor del Convento actual. Junto con su esposa Doña Teresa Quintela Crespo, fueron los primeros donantes de la imagen a la parroquia. Esta talla permaneció allí desde la década de los años cuarenta a los ochenta aproximadamente. Tras esa fecha, la virgen vuelve a la casa de la familia Quintela Rivera, quienes deciden donar la imagen a nuestra cofradía, pero su único deseo es que quede expuesta al culto permanente de la feligresía alhaurina.
La festividad litúrgica se celebra el 27 de junio y fue proclamada patrona oficial de los médicos españoles militares por el Papa Juan XXIII en el Concilio Vaticano II.
Desde el punto de vista iconográfico, el Perpetuo Socorro procede de la tradición bizantina de los iconos. Un icono es la representación de una imagen en una tabla, en este caso, de una virgen theotokos que representa a la Virgen María como “Madre de Dios”. Sigue la tradición oriental bizantina de fondo dorado con una ráfaga flamígera de rayos para darle más valor. Existen pocas esculturas como esta en nuestro país, una de ellas se encuentra en La Alpujarra granadina.
La peculiaridad de esta talla de madera policromada radica en que es de bulto redondo, es decir, es una figura tridimensional; puede ser observada desde diferentes puntos de vista a diferencia del icono bidimensional del que procede. Otro detalle que debemos resaltar es que el pie derecho del niño Jesús aparece ligeramente descalzado; este gesto, en la mentalidad antigua, indicaba el carácter irrepetible del individuo al mostrar la horma del pie. En este caso, simboliza la unicidad de Jesús.
Es una imagen naturalista, puesto que las manos entrelazadas de Jesús y la Virgen indican la protección de la madre con su hijo. Por otro lado, la posición de la mano derecha de la Virgen nos indica el camino (Odigitria, la que guía) que ella misma nos ofrece para llegar al Padre siguiendo a su hijo Jesús, indicando el modo en el que socorre perpetuamente a la humanidad.