Durante los días 27, 28 y 29 de abril se han celebrado los triduos en honor al Santísimo Cristo de la Vera+Cruz. Con motivo de esta celebración, nuestras imágenes se dispusieron de una forma distinta a la habitual; María Santísima de la Soledad se encontraba situada a la izquierda del altar, mientras que San Juan Evangelista ocupaba el lado derecho. El Cristo de la Vera+Cruz estaba en el camarín rodeado de los arbotantes del trono de la Virgen. En el último día de triduo, el Señor del Convento fue colocado delante de la mesa del altar y la Virgen de la Soledad y San Juan en el camarín. El exorno floral realizado por nuestra vocalía de albacería contaba con statice salmón, anastasia, solidago, alstromelia naranja oscuro, lisantus rosa pálido, margarita boton amarillo, clavel salmón y antirrino rosa.
El domingo 27 de abril tuvo lugar, en horario matinal, la diana floreada cargo de la Banda de la Santa Vera+Cruz, caracterizada por la alegría y pasión propia de los días mas señalados del año cofrade. Por la tarde, se llevó a cabo el pasacalles de la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera+Cruz y la ofrenda floral a la patrona.
En el primer día de triduo, la vocalía de Culto resaltó como eje central de la eucaristía el tema Jubileo de los adolescentes. Apóstoles de Esperanza. Esta misa estuvo oficiada por el Rvdo. Sr. D. Juan Manuel Caracuel Merchán, párroco de Algatocín, Jubrique, Benalauría y Genalguacil, sacerdote diocesano de Málaga y capellán en la Fundación Victoria y concelebrada por nuestro párroco D. Andrés Merino Mateo. En la homilía, el celebrante destacó que “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”. Finalmente, se hizo un reconocimiento a la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera+Cruz por su XLV aniversario. Musicalmente, nos acompañó la Escolanía Aromas de Mayo.
La eucaristía del segundo triduo Jubileo de las personas con discapacidad. Dejar de hablar de “ellos” para hablar de nosotros fue oficiada por el Rvdo. Sr. D. Antonio Romero Padilla, párroco de San Martín de Carrión de los Céspedes, Archidiócesis de Sevilla y concelebrada por nuestro párroco. De forma inesperada, un apagón que afectó a toda España convirtió el triduo en una experiencia única: la misa se llevó a cabo únicamente a la luz de las velas, sin tecnología y sin luces.
El ambiente, marcado por el silencio y la sencillez de la luz de las velas, ayudó a vivir la celebración de una forma más cercana. La ausencia de electricidad marcó una misa distinta, que quedará en el recuerdo por su autenticidad y por la forma en que nos unió a todos con el sentido profundo de lo que estábamos celebrando. Durante el triduo, se hizo referencia a que “reconocer la discapacidad es reconocer la diversidad humana; una sociedad justa se construye desde la inclusión y el respeto por todas las capacidades”. La Coral de la Santa Vera+Cruz fue la encargada de alumbrar musicalmente. A continuación, se hizo entrega de un cuadro del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz a la Asociación Aprodal como muestra de reconocimiento y apoyo a su labor social. Por último, la vocalía de Caridad hizo entrega de las donaciones recogidas durante la campaña Un futuro de esperanzas a Cáritas Parroquial.
El martes 29 de abril se ofició la eucaristía del tercer triduo "Año jubilar. Gracias, perdón y renovación”. La misa fue cantada por la Coral de la Santa Vera+Cruz, que estrenó una nueva pieza, Yo sé que tú estás. Nuestro párroco D. Andrés Merino Mateo, sacerdote diocesano, Misionero de la Esperanza, fue el encargado de oficiar este triduo y terminó la homilía con una reflexión “el Señor es eucaristía, es hermandad, es un pueblo que se deja guiar por Él". Como cada año, se entregó un reconocimiento a los hermanos y hermanas mayores de 75 años de la cofradía, los mayores son “parte del leño verde, son nuestra historia, nuestra raíz”. Posteriormente, comenzó el solemne besapiés al Señor del Convento y la veneración al santo lignum crucis.