Preparándonos para recibir de nuevo tu gracia. Días 27, 28 y 29 de abril.

Escrito el 30/04/2024
Vera Cruz Alhaurín


"Cambiaste nuestra agonía en gozosa esperanza,
Las espinas y los clavos en señales de victoria.
Cambiaste nuestras lágrimas en cantos de Pascua
Y la maldición de nuestra cruz en sacramento de gloria"

Desde el miércoles de ceniza, nos hemos ido preparando para morir a lo superfluo, a los egocentrismos, a las envidias, a los personalismos… para adentrarnos en un tiempo nuevo de esperanza y con el Señor, los hermanos de arriba empezamos nuestra Pascua, nuestra fiesta grande, el Día de la Cruz.

Los días 27, 28 y 29 de abril se celebraron tres días de triduo en honor al Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Para estos días, nuestros sagrados titulares estaban dispuestos de manera diferente a la habitual. María Santísima de la Soledad, que estrenaba un precioso manto de tisú verde y oro donado por nuestro hermano D. José Luis Quesada, estaba situada en la parte izquierda del altar. A la derecha, San Juan Evangelista. En el camarín, nuestro Cristo de la Vera Cruz en una posición más adelantada de lo habitual. Para el último día de triduo, el Señor del Convento se colocó delante de la mesa del altar y María Santísima de la Soledad en el camarín.

El sábado 27 de abril comenzó con el pasacalle de la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera+Cruz y ofrenda floral a la patrona.

 




En el primer día de triduo, la vocalía de Culto resaltó como eje central de la eucaristía el tema La Oración que renueva la fe. Esta misa estuvo oficiada por D. Rafael Vázquez Jiménez, director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española y concelebrada por nuestro párroco D. Andrés Merino Mateo. Como antesala al rezo del Credo, se presentó la cruz alzada como símbolo de que, como cofradía, nuestra única guía es la cruz. En la homilía, el celebrante destacó tres pautas para fomentar la oración en nuestra vida: el silencio, para escucharnos a nosotros mismos y a Dios; el ser conscientes de nuestra pequeñez y nuestra necesidad de los demás, desde que nacemos necesitamos de los demás y de Dios; y el reconocernos pecadores, a través de la oración nos reconciliamos y acercamos a Dios. Musicalmente nos acompañó la Coral de la Santa Vera+Cruz.

Al terminar, se entregaron las donaciones recogidas durante la campaña solidaria de Semana Santa a la asociación Alhmer. Posteriormente, se llevó a cabo un reconocimiento al Taller de Costura de nuestra cofradía por su XXV aniversario.




El domingo 28 de abril comenzó con la diana floreada a cargo de la Banda de la Santa Vera+Cruz.



La eucaristía del segundo triduo La Oración desde la esperanza fue oficiada por D. Álvaro López Cardosa, párroco de Alameda y Fuente Piedra, sacerdote diocesano, Misionero de la Esperanza y con celebrada por nuestro párroco. La escolanía Aromas de Mayo nos acompañó en la ermita del Convento. Durante la homilía, se hizo referencia al evangelio de San Juan Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. Como ramas unidas a la vid, dependemos de Jesús para nuestra vitalidad espiritual. La labor del Padre como labrador nos recuerda su constante cuidado, poda y moldeamiento en nuestras vidas para que podamos dar frutos que glorifiquen a Dios.

Antes de finalizar, se presentó el proyecto El Ajuar del Señor, Creciendo desde el Amor y la Ilusión donde se mostraron los bocetos de la nueva pureza de tisú de oro bordada en oro con realce, potencias, corona y cantoneras de la cruz para el Señor del Convento. El proyecto se hace extensible no solo para los hermanos de la Vera+Cruz, sino para el pueblo en general.






El lunes 29 de abril se ofició la eucaristía del tercer triduo La Oración diálogo de amor. La misa fue cantada por la Coral de la Santa Vera+Cruz y oficiada por D. Andrés Merino Mateo, sacerdote diocesano, Misionero de la Esperanza. La oración es un encuentro de amor con Dios y la vida de quien hace oración, de quien mantiene un diálogo abierto con Dios está iluminada. Querer orar ya es en sí una oración porque dispone el alma a recibir la dirección que Dios quiere darle a nuestra vida. La oración da alegría, da luz y alegra el corazón al hacernos conscientes de que Dios nos ama, nos sostiene, nos alienta, nos lanza siempre a los demás, que son nuestros hermanos.

Como cada año, se entregó un reconocimiento a los hermanos y hermanas mayores de 75 años de la cofradía. Tras él, comenzó el solemne besapiés al Señor del Convento y la veneración al santo lignum crucis.



Galería fotográfica del día 27 https://www.santaveracruz.org/27-de-abril

Galería fotográfica del día 28 https://www.santaveracruz.org/28-de-abril

Galería fotográfica del día 29 https://www.santaveracruz.org/29-de-abril-1