A la hora de nona. Viernes Santo. Ha muerto el Señor. SILENCIO
Muy de mañana comienzan los trabajos y preparativos en la ermita y sus aledaños, trajín silencioso, hoy es un día muy distinto al de ayer.
A las doce paramos todos unos minutos, da igual lo que estemos haciendo en ese momento, dedicamos un rato a orar, es la Hora Santa también en la ermita del Convento.
Tras dejarlo todo preparado para la tarde noche, como Cofradía de hermanos comprometidos en la fe, asistimos a los Santos Oficios de la Parroquia. Oímos y meditamos la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, comulgamos el pan consagrado la tarde anterior, hoy la liturgia es distinta, especial; y finalmente adoramos la Cruz.
En este ambiente de recogimiento y respeto, esperamos que llegue nuestra hora para que el atrio del Convento se convierta en el mismo Gólgota. Judas se arrepiente de su traición, no nos cabe la menor duda después de contemplar la impresionante interpretación que nuestros jóvenes hermanos hacen de este momento. Ya tenemos el corazón en pie, con nuestra mente turbada, pensando si como Judas traicionamos a nuestro Señor. Entonces aparece ya casi agonizante, arrastrando la cruz de nuestros pecados, con cuánto realismo, con cuánto cariño, viviendo cada momento, así representan nuestro jóvenes el momento cumbre de la Semana Santa en vivo de nuestro pueblo, “ La Cruxificción". Tras encontrarse con las santas mujeres y recibir el último abrazo de su madre, es clavado en la cruz donde además es interpelado por los ladrones que están clavados junto a él y humillado por los soldados romanos. Así expira nuestro Señor en la cruz, en un momento desgarrador, el de su último aliento.
Y tras el descendimiento, su cuerpo muerto y destrozado es depositado en el regazo de su madre. La piedad en Alhaurín el Grande se contempla cada año a la sombra de la ermita del Convento con tres cruces de fondo, tal y como se viviera en el monte Calvario, el viernes en el que murió Jesús, el Viernes Santo.
El final de la Cruxificción, abre paso a la PROCESIÓN OFICIAL de la SEMANA SANTA ALHAURINA, nombramiento concedido por el Excmo. AYUNTAMIENTO de esta Villa.
Momentos antes de salir en estación de penitencia los hombres de trono han dirigido su oración a nuestros sagrados titulares, momento que se vive de manera muy especial en nuestra Cofradía.
Describir las emociones que el paso del Santo Sepulcro fue dejando en la gran cantidad de personas que lo esperaban es muy difícil. Ahora sí, el pueblo ya sabe lo que es el Viernes Santo y los rostros van dibujando una expresión distinta, respeto y desolación ante la imagen de Dios muerto y la profunda Soledad de María, su Santísima madre.
Todo discurrió como corresponde, un impecable cortejo procesional, nazarenos verdes y negros, los personajes de la Pasión, mujeres de mantilla, marchas fúnebres entonadas por la Pepa para el Santo Sepulcro, música de capilla para la Virgen de la Soledad, autoridades eclesiásticas, civiles y militares, el pueblo de Alhaurín representado en su tejido asociativo y en todos los que desde las aceras contemplaron su paso… Así llegaron nuestros Sagrados Titulares a la ermita de la Santa Vera+Cruz, lugar de Alhaurín el Grande donde el Señor queda enterrado cada Viernes Santo, hasta que las campanas desde sus centenarias torres, repiquen por su Resurrección.
Galería de fotos del Viernes Santo
