Festividad de la presentación de nuestro Señor en el templo y purificación de la Virgen María. Candelaria.
“Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor”
Así, como si en Jerusalén nos encontráramos, al caer la tarde, como cada 2 de Febrero, 23 nuevos niños y niñas llegaban al templo de nuestros corazones, a la ermita del Convento, para ser presentados y bendecidos ante el Señor del Convento y su Santísima Madre.
Habiéndose cumplido cuarenta días desde el nacimiento del Señor, la Purificación de la Virgen es una de las eucaristías litúrgicamente estructuradas, dando inicio en el atrio del Convento, con la bendición de la luz de las velas que portaban los más pequeños.
Como en otras ocasiones, con la luz de Belén presente en nuestra ermita desde el pasado 18 de Diciembre era encendida en las velas de los niños y bendecida nuevamente antes de continuar en el interior de la ermita con tan especial Eucaristía.
En el momento del ofertorio, los padres de Jimena, Irina, María, Emilio, María, Gema, Celia, Noa, Lucas, Cayetano, Diego, Manuel, Candela, Carla, Lola, Celia, Jimena, Adrián, Paula, Daniel, Claudia, Pablo y Mariela, ante el altar se presentaron pidiendo para sus hijos amparo y protección.
Mientras ponía voz la maravillosa Escolanía Aromas de Mayo, llenando aún más de vida nuestra ermita.
Un año más vimos el brillo en los ojos de padres ilusionados, muchos de ellos venían con hermanos que también fueron antes presentados, familias comprometidas con su Cofradía, educando a sus hijos con valores cristianos, inculcando el amor por el color de la esperanza y al aroma de romero.
