Celebración del Corpus en Alhaurín

Escrito el 23/06/2014
VeraCruz Alhaurín


Antes de dar comienzo la eucaristía un grupo de hermanos y hermanas se reunían en la casa de doña Inmaculada Madrid para recoger el Guión de la Cofradía que estaría presente en la misa y en la procesión. Sin duda es nuestro Guión el símbolo cofrade que nos identifica,  nos hace visibles y presentes en cuantas manifestaciones públicas de fe se realizan en nuestra localidad y por eso en esta gran celebración no podía faltar, circunstancia que se repite cada año desde hace siglos.

La eucaristía, presidida por el párroco don Francisco Javier Hernández Pastor, acogía a los niños y niñas de la localidad que durante todo el tiempo de Pascua ha recibido por primera vez el cuerpo de Cristo, teniendo su presencia especial protagonismo.
 



Las lecturas fueron hechas por representantes de las tres asociaciones religiosas de Alhaurín, correspondiéndole a la Santa Vera Cruz la segunda lectura: I carta a los Corintios (10,16-17) y siendo nuestro Hermano Mayor; don Francisco José Conejo Fernández, el encargado de hacerla. Las fuertes y serviciales manos de nuestro hermano don José Antonio García Bravo rendían ante el Santísimo nuestro guión en el momento culmen de la consagración. Gesto que pone de manifiesto el respeto y honor que se merece la presencia eucarística de Cristo bajo las formas de pan y vino, en su Cuerpo y Sangre.

Lo que celebramos en el altar lo sacamos a la calle…” Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que come de este pan vivirá para siempre” estas palabras dichas por el propio Jesús en el evangelio de este día, justifican nuestra fe. Esa es la esencia de comulgar, de comulgar con Jesús: servir, como él mismo vivió. Comulgar con Jesús, partir el pan con los demás.

 



En cada uno de los altares repartidos por todo el recorrido procesional, el padre Javier tuvo especiales palabras para los más desvalidos y necesitados: enfermos, impedidos, personas son empleo…orando para que la presencia real de Cristo por las calles de nuestro pueblo les llevase el consuelo y esperanza.

Bajo palio, en la custodia, el Santísimo recorrió las calles alhaurinas y tras de Él, con sumo respeto y reverencia los Hermanos de Arriba lo acompañamos. Lo mejor que tenemos de nuestra fe queremos ofrecérselo a todos, sin imponer ni presumir, sino con alegría de hacer partícipes a los demás de nuestra fiesta.