El pasado domingo 11 de Noviembre se celebraba el día de la Iglesia Diocesana y para celebrarlo un nutrido grupo de hermanos de nuestra cofradía nos reuníamos en el corazón de nuestra Diócesis, el Seminario de Málaga, con un fin: pasar un día de convivencia compartiendo la mesa en nuestra tradicional comida de Hermandad que cumplía su 41 edición, pero no sin antes compartir la mesa del Señor, la sagrada Eucaristía.
Además fue un día en el que pensamos en los que más lo necesitan pues lo recaudado en nuestro almuerzo iría destinado a la bolsa de Caridad de nuestra Cofradía.
La mañana lucía con un sol radiante a las puestas de la capilla del Buen Pastor lugar donde celebramos la Eucaristía con los cinco sentidos puestos en nuestra Iglesia, de manera especial en nuestra Diócesis de la que nos sentimos parte importante los Cofrades. La acogida no pudo ser mejor, la Eucaristía fue presidida por el Vicario General de la Diócesis D. José A. Sánchez Herrera, que nos regaló una preciosa homilía cercana y muy motivadora recordándonos el compromiso tan importante de los cofrades con nuestras parroquias y el papel tan relevante que ocupamos en nuestra Diócesis. Con el deseo de ser corresponsables y poder estar a la altura de tantas necesidades como desde ella se nos plantean cada día, elevamos con fe nuestra oración para que el Señor fortalezca nuestro compromiso como parte de la Iglesia Diocesana y de nuestra Parroquia a la que tuvimos muy presente y a la que iría destinada la colecta de ese día.
Agradecidos y bajo la atenta mirada del “Buen Pastor” nos dirigimos a los salones de la Casa Diocesana donde pudimos disfrutar de un suculento almuerzo cargado de bonitos detalles que agradecemos a nuestra hermana Dª Inmaculada Román, directora de la Casa Diocesana.
En el brindis los vocales de Caridad de la Cofradía, Dª Iraida Arias y D. José Manuel Romero nos invitaban a levantar nuestras copas agradeciendo a todos su generosidad para colaborar con las obras de caridad de la Cofradía y con el deseo de que nuestra caridad vaya más allá de lo económico y se extienda a las necesidades personales de nuestro prójimo.
Tras el brindis llegó el turno de la tómbola organizada por al mujeres de la Comisión de recaudación de fondos, que trabajan para ver culminado el importante proyecto del nuevo estandarte de nuestra Cofradía, un momento cargado de anécdotas y diversión.
Un día de compartir, compartir lo material, lo personal y sobre todo la fe y la alegría en un lugar que está muy cerca del cielo, en palabras del propio Vicario, “en la antesala del cielo, tanto como la ermita del Convento”.
