Celebración de Todos los Santos y Conmemoración de los Fieles Difuntos

Escrito el 04/11/2019
Vera Cruz Alhaurín




Este año ha coincido la celebración de los fieles difuntos con el  fin de semana. La Ermita, la Capilla del Columbario y la Capilla del Cementerio han sido los principales lugares donde los cofrades han recordado a sus seres queridos. 
Las capillas han estado abiertas en diferentes momentos para tener ese instante  de oración con los seres queridos que nos acompañarán siempre. 
El domingo por la mañana se celebró la Santa Misa de Fieles Difuntos. Tras la misa tuvo lugar un pequeño acto en la Capilla de Columbarios donde son muchos los hermanos cuyos restos descansan en ese remanso de paz. Allí se congregaron los cofrades para recordarlos y para pedir por ellos para que gocen de la luz y presencia del Señor.
A continuación nuestro hermano mayor D. José María Díaz Bravo se dirigió a los presentes: este es un lugar que “transmite un gran respeto y hace que florezcan sentimientos: de dolor, tristeza e incluso amargura por la añoranza de estos seres queridos que ya nos dejaron, pero que, aunque parezcan que se fueron, siguen estando entre nosotros, pues siguen vivos en nuestro recuerdo. Y siguen vivos perpetuamente en su Cofradía, pues sus acciones, sus hechos, su manera de vivir la fe en torno a nuestro Señor del Convento y su madre de la Soledad, en definitiva, la obra de cada uno de ellos, ha contribuido a forjar esta institución fraterna de la que formamos parte, la Cofradía de la Vera+Cruz”. 
Días para revivir, cada uno en su memoria, recuerdos, instantes de épocas anteriores con nuestros familiares que ya no están, con nuestros amigos y hermanos que un día formaron parte de nuestra vida. Seguro que predominan los momentos alegres, esos son los que deben prevalecer y esos son los que deben quedar en nuestro corazón.
Para saber a dónde vamos siempre tenemos que tener presente de dónde venimos, con estas palabras nuestro Hermano Mayor terminó su locución el pasado domingo: “Tomemos hoy más que nunca como ejemplo a quienes nos precedieron. Que cada uno de nosotros, hoy en su interior, se lleve un poco de todos. Y pidamos a Dios, que los creó, los alegre también en el banquete de su reino y que puedan gozar eternamente junto al Señor del Convento”.