Triduo en honor del Santísimo. Cristo de la Vera+Cruz: "Aprended de mi".

Escrito el 29/04/2021
Vera Cruz Alhaurín




Tercera y última. Un año más el tiempo pasa demasiado deprisa cuando estamos junto al Señor del Convento. Un año más el Día de la Cruz llega y corre demasiado rápido. En la última noche de Triduo la Coral de la Santa Vera+Cruz vuelve a cantar y a trasladarnos bajo sus canciones a momentos inéditos del Día de la Cruz. 

En esta última noche de triduo, el Señor, que conoce a fondo nuestra vida porque Él fue hombre como nosotros, sabe que a veces se nos hace muy cuesta arriba y el cansancio nos invade. Jesús, que viene como siempre en nuestra ayuda, quiere que salgamos victoriosos de nuestros agobios y cansancios. Para ello, nos invita a que sigamos sus pasos “aprended de mí”, que le imitemos, que carguemos con su “blando yugo y su carga ligera”. Su yugo y su carga es siempre el amor…y quien camine con el amor en su corazón, quien se deje guiar por el amor, aunque se encuentre con situaciones dolorosas, el amor las volverá suaves y ligeras. El amor tiene esa capacidad, hasta lo más doloroso y costoso, como puede ser la cruz para Cristo, lo vuelve blando y ligero, porque el amor siempre lleva dentro de sí la alegría, el gozo de hacer lo que hay que hacer en cada instante.

En esta ocasión, nadie mejor que los niños y niñas que hicieron su Primera Comunión el año pasado para hacer llegar a los feligreses lo que la liturgia recoge. Porque ya lo dijo Él: "dejad que los niños se acerquen a mí" y es a través de ellos, los más pequeños, cuando en la mayoría de las ocasiones la fe cobra vida. Ellos y ellas recibieron al Señor por primera vez en circunstancias muy complicadas, pero sin perder de vista nunca lo realmente importante y aprendiendo en todo momento del Señor. 

"A rosas y a romero, a sones mañaneros, a canto y a poema que eres Tú. A Dia de la Cruz" 

¡VIVA EL SEÑOR DEL CONVENTO! 




Acción de Gracias de la tercera noche de Triduo.

Sed como niños. Quien por desgracia no puede estar cerca de niños, poco a poco va perdiendo la paciencia y va quedando privado de la capacidad de ver este mundo como nosotros lo vemos, que es la forma en que los adultos deberíais verlo. 

Lo que decimos y todo lo que nos han contado en los años de catequesis inspirados por las Palabras de Jesucristo es de una trascendencia fundamental. A través de evangelios como el de hoy los niños y niñas estamos dispuestos al Bien y con todo lo necesario para alcanzar el fin para el cual fuimos creados. ¡Nos damos cuenta de la trascendencia de lo que el Señor nos está revelando! 

Por eso, en esta ultima noche de triduo junto al Señor del Convento y en nombre de todos los niños y niñas de Alhaurín os digo: dejad que los niños se acerquen a Él, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.

¡Viva el Señor del Convento!