Cristo ha resucitado. ¡Aleluya!

Escrito el 16/04/2022
Vera Cruz Alhaurín

El sábado Santo es el día de la espera. Cristo está en el sepulcro y es la Virgen con su Soledad quien acompaña a la Iglesia.

María es la Madre de la paciente espera. Ella mantuvo la llama de la fe cuando su Hijo fue sepultado, no fue al sepulcro porque había acogido la Palabra en su corazón y espera y confía en su Resurrección.

Con este espíritu vivió la Cofradía de la Santa Vera Cruz el Sábado Santo, a la espera de la solemne Vigilia Pascual que dio comienzo a las 21:00 horas en la Parroquia de la Encarnación. La fiesta de las fiestas para los cristianos de Alhaurín el Grande estuvo presidida por el padre agustino recoleto fray Manuel Santana y concelebrada por el resto de la comunidad agustina recoleta y don Manuel Moreno, diácono de nuestra parroquia.

Tras la bendición del fuego, el ritual lucernario jugó con el símbolo de la Luz en medio de la noche. ¡Luz del mundo! ¡Damos gracias! Con la luz bendecida se prendió el Cirio Pascual, símbolo de la Resurrección de Cristo. Seguidamente el lírico y solemne Pregón Pascual y la proclamación de las cuatro lecturas donde se nos recordó a través de ellas la Salvación que Dios ofrece a la humanidad culminando con el anuncio feliz de la Resurrección del Señor.

Procedió el padre Manuel a la bendición del agua con la que a lo largo de este año serán bautizados los niños y niñas de Alhaurín el Grande y continuando la liturgia con la celebración eucarística, culminación de la noche pascual: la eucaristía central de todo el año y donde Cristo, el Señor Resucitado, nos hizo participar de su cuerpo y de su sangre.



Concluida la celebración tuvo lugar en el atrio del Convento la escenificación de la Resurrección de Cristo y nuevamente, al igual que el Miércoles y Viernes Santo, la Vocalía de Semana Santa, con todo el elenco de actores y actrices de escena y doblaje, demostró que el duro trabajo de meses mereció la pena.

Excelente representación en un marco escogido y único donde con el sonido de las campanas del Convento y el Aleluya de Haendel los hermanos de arriba y cuantos nos acompañaban en ese momento experimentamos la alegría de que Cristo Vive. “No hay que buscar entre los muertos a quien está vivo”.



¡Es la hora de la vida nueva!

Es hora de quemar lo viejo y comprar vino nuevo,

de quedarse en el corazón del mundo.

Es la hora de salir al balcón de la vida,

de anunciar, de proclamar y cantar.

Es la hora de despertar al alba,

de descubrir su presencia entre nosotros,

de iniciar caminos nuevos,

de andar con confianza,

de pasar a la otra orilla.

¡Es la hora de la vida nueva!

¡Es Pascua!, el paso de Dios 

por nuestro mundo lavando heridas, sembrando esperanza,

levantando la vida, llenando de semillas nuestras alforjas vacías.

¡Es la hora de la vida nueva!

Hora de resucitar…

Hora de calles alfombradas de romero y rosas.

¡Es la hora de la vida nueva!

Es la hora de… ¡EL DÍA DE LA CRUZ!

 

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