“¡Pueblo de Alhaurín el Grande!” cuántas ganas, cuánta ilusión, cuánta emoción y cuánto ha durado la espera. Pueblo de Alhaurín el Grande, una introducción tan característica de nuestra Cofradía y que da inicio a la semana de pasión, nos hace sentir ese cosquilleo, ese sentimiento tan único, nos hace adentrarnos en nuestra Semana Santa, la de la Santa Vera+Cruz, la que todo alhaurino y foráneo espera tras dos años sin ella.
A las 21 horas del Miércoles Santo, se podía oir en calle Convento la introducción del narrador, dando comienzo a los diferentes cuadros que con tanto trabajo y sacrificio ha ensayado durante meses el equipo de Semana Santa:
- Sacrificio de Isaac.
- Despedida de Madre e hijo.
- Lapidación de la mujer adúltera.
- Las treinta monedas.
- La sagrada Cena.
- Oración en el Huerto.
- Prendimiento
Una escena tras otra, sin dejar indiferente a todos los allí presentes, con una puesta en escena y decorado escrupulosamente cuidado, trasladándonos a los últimos días de vida de nuestro Señor en Jerusalén.
Entrañable ver a los más pequeños metidos en el papel, Isaac, el ángel, mozas… también en la Semana Santa, nuestra Cofradía tiene una cantera de un valor incalculable.
Espectacular comprobar como nuestras escenas son una auténtica catequesis, llamando la atención de mayores y pequeños, emocionando a familias, madres e hijos.
Ya con Cristo maniatado, caminando entre la muchedumbre y con un elegante escuadrón de romanos rodeándolo, finalizaba esta bonita noche, viendo como se alejaba prendido y cabizbajo, los hermanos de arriba ya nos encontramos contando las horas para poder disfrutar de la verde esperanza en la calle, de la tarde del Jueves Santo, de la tarde del señorío, el fervor y la elegancia, de la tarde que sin duda nos hará vibrar. Te esperamos Señora, Reina del Jueves Santo, Virgen de la Soledad.
