Tras dos años de ausencia por causa de la pandemia, el telón del teatro “Antonio Gala” volvía a abrirse este 2 de abril para acoger el XXXIII Pregón de Semana Santa de la Cofradía de la Santa Vera+Cruz.
Ante un público expectante que llenaba el auditorio, tomó la palabra D. Diego Guerrero Plaza, conductor del acto, que con dominio de la palabra y de un modo cercano nos ponía en antecedentes de lo que se viviría esta tarde.
La primera parte estuvo centrada en el XIX Concierto de Marchas Procesionales a cargo de la Agrupación Músico Cultural de la Santa Vera+Cruz, “La Pepa”, que bajo la dirección de D. Julián González Planes interpretó de forma magistral las siguientes marchas:
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“Se arrodilla Triana”, de D. David Hurtado Torres.
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“María Santísima de las Penas”, de D. Antonio Pantión Pérez .
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“Procesión de Semana Santa en Sevilla”, de D. Pascual Marquina Narro.
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“Rosario de Montesion”, de D. Juan Velázquez Sánchez .
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“ Virgen Del Rosario Coronada”, de D. Pablo Ojeda Jiménez.
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“La virgen de los desamparados”, de D. Cristóbal López Gándara.
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"Señor del Convento", de D. Francisco Villar Ortiz.
Un momento especial y emotivo se vivió cuando el nuevo director de la Agrupación cedió la batuta a D. Juan David Guerrero, anterior director, para que dirigiese la marcha de “75 años de Soledad” de la cual es autor. D. Juan David Guerrero, que se encontraba entre los componentes de la banda como un miembro más de La Pepa, emocionado y agradecido, dirigió la marcha haciendo que los asistentes reviviésemos recuerdos de días llenos de historia. El concierto concluyó con un entrañable abrazo entre D. Julián González y D. Juan David Guerrero, gesto que los asistentes ovacionaron con un caluroso aplauso.
Tras un breve descanso, tomando de nuevo la palabra D. Diego Guerrero Plaza cedió el atril a D. Diego Daniel Cortés Serón, Pregonero de nuestra Semana Santa 2019 para que este presentase al Pregonero de este año 2022, el Rvdo. Pater fray Rubén Moreno Camuñas.
D. Diego Daniel Cortés además de un recorrido por la vida de fray Rubén destacó los lazos que lo unía a la Santa Vera+Cruz por el desempeño de su labor pastoral en el Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada” de Valdemoro, Hermano Mayor Honorario de nuestra Cofradía.
El escenario del teatro “Antonio Gala” lucía, para acompañar a la palabra, con un excelente decorado obra y creación de un grupo de Hermanos de Arriba. A la derecha un monte Calvario con tres cruces desnudas destacando la central con un impoluto sudario blanco que nos recordaba el cuerpo ya sin vida y descolgado de Jesús. A la izquierda, y como fondo del lugar ocupado por el Pregonero, la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, escoltada en ambos flancos por el banderín del Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada”, bordado en el taller de nuestra cofradía, y la bandera de España.
Fray Rubén comenzó su pregón con un paseo por diferentes rincones y calles de nuestro pueblo y manifestando su deseo de que le hubiese gustado nacer aquí porque se siente allhaurino, cada vez que viene, por el cálido recibimiento que se le tiene.
Con un excelente y cuidado uso del lenguaje, tanto en prosa como en verso y los diferentes recursos literarios, fray Rubén nos sumergió en una leyenda que resaltaría, a modo de enseñanza, los auténticos valores de la vida y de cómo afrontarla.
Partiendo de un personaje, fraile franciscano, engreído, orgulloso, petulante y vanidoso, por los dones que Dios le concedió en cuanto a su belleza exterior, nos hizo reflexionar que cuando esos dones no se ponen al servicio del hermano, sino que se guardan para ser objeto de admiración, pierden todo el valor y nos conducen al pecado de la envidia cuando llega alguien con un idénticos méritos pero asumidos desde la humildad y el servicio al hermano.
Pudiera parecer que el mal triunfa porque se oculta le mérito de los sencillos, pero no es así y con un símil, nuestro Pregonero, encarnó los valores del fraile humilde y asesinado con Cristo, transformado en imagen, que según la leyenda podría haber sido la del Señor del Convento.
A esta leyenda en verso que fray Rubén utilizó como eje de su Pregón, el Pater fue intercalando las emociones de sus vivencias, cada vez que ha venido a Alhaurín el Grande, el Jueves Santo o el Día de la Cruz, así como nuestro singular modo de vivir la Pasión que nos hace llegar a la Resurrección: “cada Viernes Santo muere una Cuaresma que florece en mayo”. Así mismo destacó el maravilloso enclave de nuestra Ermita del Convento y para ello con sus palabras estableció una bella metáfora haciendo referencia a nuestra sierra: “el Señor del Convento os habla desde vuestro monte”.
Sin duda, como dijo tras el Pregón nuestro Hermano Mayor D. José María Díaz Bravo, “un Pregón para la historia” donde, la maestría del Pregonero por el uso de la palabra, todos recibimos el mensaje de nuestro origen franciscano: solamente desde la entrega y poniendo los dones que Dios nos ha dado al servicio de los hermanos, es como se consigue “la GLORIA” que otros buscan desde la arrogancia y la vanidad.
Con un ¡Viva el Señor del Convento! Concluyó el Pregón de nuestro ya querido Pater y, como muestra de que ya forma parte de nosotros, el Hermano Mayor le impuso el escudo de oro de nuestra Cofradía.
