Oración de Cuaresma

Escrito el 01/04/2022
Vera Cruz Alhaurín


Luciendo un bonito arcoíris en el cielo de la Calle Convento, en la plaza ya se empezaban a ver a grupos de hermanos y hermanas de arriba que se saludaban con emoción, vamos recuperando la normalidad en nuestros actos y cultos y la ilusión es latente en el ambiente.

En el interior de la ermita de la Santa Vera+Cruz minutos antes de las 20:30 horas, ya no quedaban huecos libres para volver a disfrutar de uno de los momentos más esperados de nuestra Cuaresma.

El triduo de Veneración a María Santísima de la Soledad y al Cristo Yacente llegaba a su fin con la Oración de Cuaresma, donde las voces de los más jóvenes se elevan para rezar doblemente, para hacernos a todos reflexionar entre plegarias minuciosamente preparadas por la vocalía de Culto y Formación.

Como si de diversos afluentes que iban a desembocar a un río común se tratara, todo invitaba a vivir un momento íntimo y especial. En la puerta de la ermita las velas preparadas por la Vocalía de Caridad y Juventud, dentro de la campaña de solidaridad con el pueblo Ucraniano “La Luz de la Paz”, dentro, la música, el ambiente, la iluminación, el silencio… En cada uno de los asistentes el fervor, la emoción, la fe y el amor.

En esta ocasión el hilo conductor fue orar por la paz, empezando por uno mismo, siendo instrumentos de paz, poniendo en práctica el mensaje que nuestro Señor nos dejó.

Cada reflexión nos conmovió, cada uno de los cantos nos hizo recapacitar, porque ahora, más que nunca, el mundo necesita de nosotros, el mundo necesita del amor que el Señor nos dejó para acabar con tanta barbarie.

“No desfallezcas hermano, vive según el reflejo de nuestro Señor en Getsemaní, no te rindas, se valiente y dignifica el cáliz que la vida te haga beber, para que se cumpla en ti la voluntad del Padre”.

Con este mensaje que resume a la perfección lo vivido en la Oración y con la imagen impactante de la Virgen de la Soledad guardando a su hijo muerto en nuestras retinas, nos disponemos a llegar hasta una de las semanas más esperadas de nosotros, los cristianos, nos disponemos a llevar su Palabra a cada rincón de nuestro pueblo, es nuestra responsabilidad como cofrades.