Día 2 de mayo

Escrito el 02/02/2014
Vera Cruz Alhaurín


Desde bien temprano, antes de las 8:00 h de la mañana, estallan los cohetes en el cielo para anunciar el comienzo de la Diana. Las bandas de la cofradía parten a esa hora desde la Plaza del Convento  para recorrer con sus sones distintas zonas de la localidad. Y los vecinos los agasajan ofreciendo algo de comer y beber, desayunos en los primeros barrios  y aperitivos después, pues es cerca del mediodía cuando concluye esta diana.

A las 12:00 h y a las 15:00 h repican las campanas del Convento y se disparan cohetes en señal de júbilo, es la víspera del día grande, el 3 de mayo, Día de la Cruz.


Por la tarde, sobre las 18:00 h, hacen su entrada en la localidad aquellas bandas que, junto a las de la cofradía, participarán por la noche en el cortejo procesional. Son recibidas por La Pepa y la Banda de la Santa Vera-Cruz. En pasacalles desfilarán desde el Camino de Málaga hasta el Convento, visitando las iglesias del pueblo: Nuestra Señora de la Encarnación,  San Sebastián y el Convento, donde las bandas rinden honores al Señor, que ya preside el templo desde su trono primorosamente adornado, con centros y guirnaldas de flores, por hermanos de la cofradía.




A las 22:00 h se inicia el desfile procesional que llevará al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz desde su ermita hasta la parroquia, sede canónica de la patrona, la Virgen de Gracia. La calle es una alfombra de  romero. La cruz guía es una cruz de mayo, una cruz de flores. Cruces de flores adornan muchos balcones. La primavera, hecha flor y hecha cruz, resplandece sobre el blanco de las casas alhaurinas.
 
El cortejo lo componen nazarenos con túnicas de terciopelo verde bordadas en oro. La alfombra de romero proporciona el aroma, las bandas de música marcan el ritmo de la procesión y el ritmo de la noche. Al final, el estandarte mayor de la cofradía acompañado por dos niños que aquí llamamos borleros. Y tras ellos, mujeres con mantilla blanca abren paso al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, llevado amorosamente por sus hombres de trono, mecido en los acordes de La Pepa.



Convento, Cruz, Real, Cuatro Esquinas y Plaza Baja, donde abrazará a la Madre. Entre gritos de Viva el Señor del Convento, Arriba el Señor del Convento, el trono avanza bajo una lluvia de pétalos de rosas. La primavera se deshace en pétalos de rosas que caen a millares desde el cielo de Alhaurín.

Quienes lo vivimos y disfrutamos año tras año lo esperamos con el alma en  la piel, en las manos, en los ojos y  en el corazón. Quien no haya contemplado esta lluvia de rosas  no puede seguir perdiéndose esta maravilla del Día de la Cruz en Alhaurín el Grande.