Mayo nace y cambia el mundo. La primavera ha ido llenando de flores, de colores, de aromas, de ilusiones, de esperanza, nuestros campos y nuestros corazones. Pero apenas amanece el día 1 de mayo, sentimos que el aire, la luz, el tiempo, la vida, todo es distinto. Y no seremos capaces de explicarlo con palabras, pero es así, el milagro existe. Y no sabremos si nuestros sentidos nos engañan o es el corazón que insiste en sentir de una manera especial… si es verdad que mayo existe o es solo un sueño de Dios. En cualquier caso, es un sueño de amor, de amor por el Señor del Convento.
La mañana es el romero. Los hermanos de arriba salen hacia los montes cercanos para la recogida del romero y las plantas aromáticas que alfombrarán el recorrido procesional del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz las noches del 2 y 3 de mayo. A las 8 parten cientos de coches en busca del romero: niños, mayores, familias enteras que, una vez finalizado el trabajo, comparten aperitivo y alegría en la sierra. Las personas congregadas se cuentan por millares. La mañana transcurre en un ambiente de amistad y confraternidad, la alegría se contagia. Al mediodía regresamos a nuestro pueblo: una caravana de vehículos entra perfumando sus calles de romero, esparciendo la alegría, ondeando banderas verdes por las calles alhaurinas: es la caravana del romero. Así concluye la mañana del primero de mayo, un bonito día de hermandad en el campo. Alhaurín huele a romero.
A partir de las 19:00 h se inician los actos en la ermita de la Santa Vera-Cruz. En primer lugar, se impone el escudo de oro de la cofradía a la persona que ese año haya sido la encargada de pronunciar el pregón de Semana Santa, un pequeño trocito de hermandad para quien ha sido capaz de transformar sus vivencias y recuerdos en palabras de amor. Posteriormente tiene lugar el concierto de la Coral de la Santa Vera-Cruz y el Coro Aromas de Mayo, formado este último por niños de la Cofradía. A los pies del Señor del Convento, dulces voces y exquisitas melodías que hacen aflorar sentimientos y emociones. A las 20:00 h las escuadras de gastadores de la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera-Cruz hacen guardia de honor al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz. Esta guardia se produce ininterrumpidamente desde 1980, fecha de fundación de la banda. Anteriormente era realizada por las escuadras de gastadores de La Legión.
Atardece el primer día de mayo. Alhaurín, el pueblo, la Plaza del Convento, la Ermita del Convento, el Señor del Convento... Y desde 1980, nunca falta La Pepa. Tras la retreta que interpreta su sección de cornetas y tambores, sobre las 21:30, las luces se apagan, las puertas del Convento se abren y a los sones de la marcha procesional que interprete La Pepa, sale el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz a hombros de sus jóvenes gastadores. Desde el incomparable marco que ofrece la Plaza del Convento, el Rey de Alhaurín es presentado a su pueblo con el toque de Oración. Tiene lugar entonces el traslado procesional del Señor del Convento por su entorno cercano: Calle Convento, Plaza Alta y regreso a la ermita para su entronización. La Pepa es la encargada de acompañar con su música a su Cristo en cada una de sus salidas procesionales. Abre el cortejo la Banda de la Santa Vera-Cruz, formada por antiguos componentes de la Agrupación Músico-Cultural. Una vez finalizado el traslado procesional antes de la medianoche, ellos ponen el broche de oro a esta jornada con una retreta en las escalinatas del Convento.